La escuela de Educación Integral Francisco Antonio Rizzuto, donde concurren más de 70 alumnos con discapacidades, tiene problemas en el suministro de agua desde marzo.
.

La escuela estatal, de educación integral Francisco Antonio Rizzuto, funciona en el edificio de calle Rivadavia, entre Seguí y Santiago Díaz, desde 1964. Allí concurren niños y adolescentes con diferentes discapacidades, quienes desayunan, almuerzan y meriendan en el lugar. Además, por la tarde asisten a talleres de iniciación laboral como carpintería, herrería, cocina y costura.
Este año, ni bien comenzó el ciclo lectivo 2019, el edificio comenzó a tener serios problemas en el suministro de agua. Llegada la hora del almuerzo, que es cuando más se usan los baños y la cocina para lavar los platos, no salía una sola gota de agua de las canillas y, ante esta situación, se les pedía a los padres que vayan a retirarlos.

Desde hace una semana, las autoridades de la institución junto con la Dirección Departamental de Escuelas, resolvieron que la mitad de los alumnos tome clases en la escuela José Facio, también de educación integral, y de esa manera han podido lograr que el agua alcance para toda la jornada.
La vicedirectora, Elvira Leuze, contó que cada mediodía una docente, junto con la cocinera, le llevan el almuerzo a sus alumnos a la escuela Facio; que muchos se adaptaron al cambio pero hubo algunos que no. Y manifestó la necesidad urgente de que se solucione este inconveniente.

Por su parte, el director departamental de Escuelas, Héctor De la Fuente, dijo que «es una situación compleja», ya que habiendo sido estudiado el caso por personal de Obras Sanitarias, notaron que «el problema está en las cañerías que son viejas, son de plomo».
El funcionario informó además, que la solución inmediata hasta tanto se resuelva a largo plazo, es colocar nuevas cañerías pero externas. Y en ese sentido, agregó que están trabajando en el pedido de presupuesto.
