La Secretaría de Cultura de Entre Ríos estrenó el documental “Ramírez, el Hombre sin rostro” en el marco del aniversario de la muerte de Francisco Ramírez. Se trata de un docuficción de media hora realizado en articulación entre el Instituto Audiovisual de Entre Ríos (IAER) y el Museo Histórico Provincial Martiniano.
Ramírez, el hombre sin rostro
Luego de su muerte en combate del Supremo Entrerriano, acaecida el 10 de julio de 1821, se produjo un prolongado silencio acerca de su existencia y, sobre todo, de su obra hasta avanzado el siglo XX. De manera inconexa se van desarrollando pasajes trascendentes, certeros y documentados de su corta existencia, como así también aquellos que forman parte del necesario novelado que generan las hipótesis producto de las misteriosas ausencias de este Líder entrerriano. Proezas en lo republicano, jurídico, educacional, administrativo y militar, entre otras, impulsadas en su patria chica, se destacan como antecedentes de posteriores argumentaciones para una “organización nacional”. Francisco Ramírez, “el Supremo entrerriano”; las mujeres que lo acompañaron, amores pasionales y cortesanos, engaños, secretos, enigmas…como el de su verdadero rostro.
Cabe destacar que del documental participan actores entrerrianos oriundos de Paraná y Concepción del Uruguay: Nadia Grandón, Pedro Petersen, y Nahuel Gibert e Irene Marcilio, respectivamente. El guion, la coordinación de actores y la producción general fue una propuesta de Rubén Clavenzani y Julio Gómez, con Dirección General de Julio Gómez.
Al respecto, el director del IAER Julio Gómez destacó: “El objetivo del documental fue producir una pieza audiovisual -que primero fue pensada en capítulos para difundir en las redes y para tener de insumo-, pero luego tomó otra forma y terminó en ésta producción de 30 minutos que es un poco el resumen de esos capítulos, que también son parte de este proyecto. Con Rubén Clavenzani, director del Museo Histórico Martiniano Leguizamón, encaramos en conjunto la producción, las entrevistas y ordenamos el contenido. En la parte técnica estuvieron implicados los trabajadores del IAER, y en la investigación histórica el equipo del Museo Histórico. Trabajamos cooperativamente en la época de la pandemia, las entrevistas las fuimos haciendo paulatinamente con las habilitaciones de circulación. Hubo personas que nos facilitaron materiales o fueron grabando en el lugar como segundas unidades de rodaje. Cuando se habilitaron algunas circulaciones aprovechamos a hacer las secuencias de rodaje con actores”.