Con cuatro trabajos discográficos en su haber ─Canciones del gajo al suelo, Hijas del aguacero, Obrador y Guarango─, el compositor gualeguaychuense Damián Lemes decidió recurrir al particular sonido de las cornetas para fusionarlo con las tradicionales chamarritas entrerrianas.
Entre Ríos tiene un instrumento musical propio, único en el mundo, que es “Patrimonio Cultural Inmaterial de la República Argentina”. La corneta murguera, parida Del vientre de los barrios de Gualeguaychú, es la voz áspera y ronca del pueblo panza verde.
“Cada febrero la tradición nos iguala cuando la magia sucede a puro celofán, caña y latón”, sostiene Damián Lemes quien creció en uno de los tantos barrios murgueros de su ciudad natal y, siendo adolescente, participó de la tradicional murga “Los Vacantes”. En diálogo con INFONER, respondió algunas preguntas sobre este proyecto musical tan particular que ya está disponible en todas las plataformas digitales y que tendrá su presentación oficial dentro de pocos días.
¿Cuándo, cómo y por qué se te ocurrió fusionar el sonido de la corneta con temas clásicos del cancionero folclórico entrerriano?
Siempre tuve una mirada respetuosa por la tradición, sus cultores y sus obras; pero a su vez, un espíritu de búsqueda de una voz propia para los escenarios y grabaciones actuales. Parte importante de mi tradición, como entrerriano del sur, fueron los corsos barriales y los carnavales de antaño. Era una magia especial que todavía está en mí. No caía realmente que teníamos un rudimentario tesoro que es la corneta murguera, un instrumento autóctono que quise mostrar a toda Entre Ríos y al mundo a través de las plataformas digitales.
Me acuerdo que cuando salíamos en los Corsos Matecito con las murgas “ Los vacantes” y “Los Herederos” siempre tarareamos cumbias conocidas porque van perfecto con el toque de la batucada murguera y su tradicional “tum tum tum”. Entonces pensé que la chamarrita iría perfecto con este toque, ya que tiene el mismo compás binario de dos cuartos y empecé a bocetear obras de Linares Cardozo con el sonido de los corsos de acá. Fue divertido y revelador.
¿Lograste el objetivo tal como lo habías ideado?
El resultado superó mis expectativas ya que intervino como productor musical mi amigo y gran músico, Juampi Francisconi con su grupo Pa’ bailar como invitado.
¿Se habían tocado, anteriormente, chamarritas con cornetas?
No que yo sepa, pero sí estoy seguro de que este es el primer trabajo discográfico que las tiene como protagonistas.
¿Qué predomina más en el acervo cultural de Gualeguaychú, todo lo referido al corso y al carnaval o el sonido de las chamarritas?
Considero que la cultura carnestolenda es la manifestación folklórica más importante del pueblo gualeguaychuense. Es parte importante de la tradición de esta región de Entre Ríos.
Yo no soy muy carnavalero pero sí recuerdo, de gurí chico, jugar a ser Ojito Giménez (un ex director de batucada) con una lata de dulce de batata colgada y dos ramitas de la poda. O andar mirando fijo el asfalto juntando lentejuelas o plumitas cuando pasaban las comparsas.
Luego conocí el Corso Barrial Matecito y los patios de las familias murgueras y me maravillaron esos sencillos esplendores.
A las chamarritas y los demás géneros del litoral los he tenido salido a buscar y me abrazaron por igual al recorrer tantas veces la provincia y la extensa región del Guarán.
¿A qué te referís cuándo hablas de tradición en movimiento? ¿Se puede forzar la continuidad de una costumbre «para que no se pierda»?
“Tradición en movimiento” es un concepto que enfatiza la idea de una cultura viva, es un llamado a vivir nuestras tradiciones desde el conocimiento profundo de lo que nos antecede para quererlo y defenderlo, pero con la libertad de quienes quieran luego buscar o intentar una voz propia en todas las ramas del arte. Hoy mismo puede estar tejiéndose mansamente la trama de nuevas tradiciones o diferentes colores a manifestaciones culturales conocidas.
Creo que se concibe como tradición algo que se enraíza natural y popularmente en las comunidades, no se puede forzar.
Pensar nuestra cultura encapsulada en un tiempo la empobrece y la condena lentamente al olvido.
¿Qué nos podés adelantar del espectáculo del 14 de octubre?
Realmente quiero que sea una sorpresa pero puedo adelantar que, además del sonido del proyecto Corneta Murguera, van a poder disfrutar de todo mi repertorio de canciones propias y grandes clásicos en quinteto: acordeón, violín, contrabajo, percusión, guitarra y voz como antesala del final carnavalero para el que recientemente confirmó su presencia Francisco Cuestas, el invitado especial de la noche.