El Festival Nacional del Malambo se realiza desde 1966 en la pequeña localidad de Laborde, Córdoba. Desde sus inicios, el festival tuvo como característica distintiva al malambo como la danza por excelencia y así se ha mantenido a lo largo de los años. En Entre Ríos, el malambo no es de las danzas folclóricas más bailadas, sin embargo Felipe Bon, tanto como bailarín como profesor, se ha enfocado en entrenar, prepararse y también transmitir su pasión malambista.
La primera vez que Felipe logró llegar a la final fue en 2019, lo cual significó “algo histórico para los entrerrianos porque el rubro era nuevo y siempre fue difícil para nosotros llegar, ya que el malambo no es la danza más enseñada en nuestra provincia”, manifestó y agregó que aquella vez fue tan emocionante como esta.
En la edición de este año, Felipe Bon participó en el rubro “malambo de contrapunto a mejor mudanza”. Subió a escena con otros malambistas y cada cual a su turno realizó sus mudanzas, una serie de movimientos o zapateos con ambos pies. Los participantes van siendo eliminados hasta llegar a la final. Felipe llegó hasta la última fase, como uno de los cinco mejores del certamen, pero el ganador resultó ser un bailarín de Buenos Aires.Para llegar a participar de la instancia nacional de malambo, cada provincia realiza un pre selectivo, es decir que cada participante debe ganar la instancia provincial para llegar al nacional. Durante el año, cada provincia va realizando su selectivo conformando las delegaciones que las representarán en Laborde. Una vez en el certamen nacional, cada una de las seis noches van realizando sus demostraciones las delegaciones provinciales. El séptimo día es el momento de la final. “Ese mismo día, al mediodía, todo el país en Laborde está esperando saber si se pasa a la final del festival más importante para los bailarines folklóricos”, destacó Felipe.
Más allá de las instancias participativas, cada bailarín debe prepararse física y mentalmente para la competencia. Según Felipe Bon, “la preparación de un malambista es larga y paso a paso. Siempre digo que hay que disfrutar del proceso porque es ese camino donde vamos conociendo que podemos hacer con nuestro cuerpo. Para llegar a Laborde y madurar un malambo, podemos definir que con dos años de preparación es posible llegar. Pero nunca se deja de aprender y crecer. Los malambistas entrenan muchos aspectos… Desde lo físico, lo mental, lo artístico, y también lo relacionado a la alimentación. Lo mental es un aspecto muy importante porque es lo que manda a la hora de enfrentarte con estos escenarios tan importantes. Los psicólogos han ocupado un lugar en la preparación de los malambistas. Se dejan además muchas horas de ensayos, y siempre acompañado de un profe idóneo en el tema que forma a ser parte del equipo junto con los músicos, porque se realiza con músicos en vivo”.
Al ser consultado sobre lo que puede fallar, Felipe fue contundente: “Si hablamos de fallas en las rutinas de malambos es porque faltó preparación”.
Felipe Bon, el mejor malambista entrerriano
Tiene 39 años. Nació en Villaguay pero a los pocos meses de vida su familia se mudó a Gualeguaychú, donde creció y hoy reside. Está casado con Cynthia Benedetti, con quien tiene a su hijo Constantino (Tino), de 6 años. Es docente de música en nivel terciario pero a su vez siempre trabajó con la danza. Hace 15 años, junto con su compañera son directores del ballet municipal de la ciudad de Larroque. “La danza es mi camino de ida, conocí el malambo como hobby y hoy es lo que soy. Si bien sigo desempeñando la danza como bailarín estoy además preparando chicos y chicas en toda la provincia y el año pasado salió campeona provincial de malambo femenino una alumna mía”, señaló.