“Francisco Ramírez: El Supremo ¿héroe o traidor?”, el libro de los bicentenarios

Entre el 2020 y el 2021 se cumplen varios bicentenarios vinculados con Francisco Ramírez: la Batalla de Cepeda, el Tratado del Pilar y la creación de la República de Entre Ríos. Aun sin tantos motivos, el libro de los uruguayenses Américo Schvartzman y Jorge Villanova es oportuno y necesario para entender parte de la historia entrerriana. La riqueza de esta obra es que no aborda la vida del caudillo entrerriano desde una sola postura, ni siquiera dos, sino que la imagen que el lector se va construyendo sobre Ramírez decanta de las miradas de autores y autoras de 14 textos: Mauricio Castaldo, Fortunato Calderón Correa, Tirso Fiorotto, Aníbal Gallay, Antonio Gamboa Irazábal, Griselda Mona Gastiasoro, Pedro Kozul, -Guido y Juan Manuel Marengo, Lorena Muñoz, Atahualpa Puchulu, Marcelino Román, Luis A. Salvarezza, Gustavo Surt y Juan A. Villar. Además, Ramírez también se construye gráficamente con la historieta de Emiliano Pereyra.

Tras haberse realizado la presentación del libro en la plaza Ramírez, de Concepción del Uruguay, el sábado 13 de marzo, fecha del aniversario oficial del natalicio del Supremo, los autores dialogaron con INFONER.

¿Cómo surgió la idea de escribir un libro sobre Ramírez? ¿Por qué?
Américo
Schvartzman (AS): Hablando con Jorge Villanova, amigo e historiador, que tenía un material excelente e inédito sobre Ramírez (y que yo conocía), y barajando varias cuestiones: el poco conocimiento que hay sobre el caudillo, el aprovechamiento espurio que se hace de las figuras históricas y, sobre todo, algo que digo en broma, pero en serio: si en esta provincia los que reivindican a Ramírez son De Angeli, Busti y Alasino, estamos en problemas. Así que mixturando todo eso, y sobre todo con nuestra mirada artiguista (figura de enorme valor bastardeada por la dirigencia entrerriana) surgió la idea de este libro, que a la vez fuera –con la excusa del bicentenario de su fugaz pero esplendoroso paso por la historia– una especie de homenaje y de desafío a repensarlo, y en virtud de eso convocamos a voces valiosas, que nos honraron con su participación en el libro.
Jorge Villanova (JV): Muy sui generis todo. Con Américo solemos hablar de diferentes temas cuando salimos a correr. Como los dos somos apasionados de la historia argentina, pero sobre todo la historia regional, a partir de los aniversarios ramirianos, es decir, de los doscientos años de la Batalla de Cepeda, del Tratado del Pilar, y la República de Entre Ríos, cambiando opiniones, llegamos a la conclusión que Pancho Ramírez, aun siendo uno de los personajes históricos con el cual convivimos permanentemente, no existía el suficiente conocimiento sobre su figura, y tampoco sobre su accionar político, hace doscientos años. Fijate que todos los días caminamos por la plaza Ramírez, transitamos la calle Supremo Entrerriano, escuchamos una radio que se llama Francisco Ramírez, vemos la pirámide en su honor, más allá un hermoso busto en la municipalidad vieja, la ENET 2 lleva su nombre, a veces nos pesamos en la balanza de la Farmacia Ramírez, es decir, a diario convivimos con su figura. Y si bien, en este bicentenario hemos visto un par de libros sobre su figura, y eso hará que crezca, nos propusimos un libro que cuestione la figura del caudillo, o más que eso, que provoque cuestionarse que se enseña de nuestra historia y que abra todos los interrogantes, que sea un libro con más preguntas que respuestas.

¿Qué diferencia tiene este libro con otros donde se aborda la figura del Supremo Entrerriano?
AS
: Dejo para que responda el Gringo, es su especialidad. Solo apuntaría –sin pretender marcar diferencias con otras obras– que lo que caracteriza a este libro es, por un lado, el enfoque de que hay más de una manera de mirar al primer protagonista importante de nuestra historia regional. En nuestro libro conviven voces muy distintas, y eso es parte fundamental de su valor intrínseco. Y por el otro, la pretensión, explicitada desde las páginas iniciales, de asumir que la historia es política, que todo héroe es una ficción, y que el traidor puede ser héroe (y viceversa).
JV: Si vamos a los libros clásicos que abordaron la historia de los caudillos, es imprescindible tener en cuenta en que corriente historiográfica se encuentran los autores, depende de eso, sea esta liberal o revisionista, nuestros caudillos ocuparan el panteón de los héroes o se quemarán en el infierno. Mitre le escribía a Vicente Fidel López “Los dos, usted y yo, hemos tenido la misma predilección por las grandes figuras y las mismas repulsiones contra los bárbaros desorganizadores como Artigas, a quienes hemos enterrado históricamente”, cuando Mitre dice Artigas, dice Ramírez, López, Peñaloza, dice barbarie. Por el contrario los revisionistas colocaron a Rosas en el Olimpo y con él a todos los caudillos, menores según quien los redimía.
Nuestro libro se propone superar esa dicotomía, entre el señor sanguinario y el padre magnánimo hay un punto intermedio, desde donde cuestionamos ambas posiciones. Aunque paradójicamente el libro plantea en tapa eso de “héroe o traidor”, ya desde el mismo momento de contar con autores contemporáneos –inclusive algunos de ellos adherentes a esas corrientes- de la talla de Mauricio Castaldo, Fortunato Calderón Correa, Tirso Fiorotto, Aníbal Gallay, Antonio Gamboa Igarzábal, Pedro Kozul, Guido y Juan Manuel Marengo, Lorena Muñoz, Gustavo Surt y Juan A. Vilar, hace que las visiones sean tan diferente y tan ricas que el libro no solo cuestione ese binarismo, sino que sea un libro políticamente incorrecto para estos tiempos, ya que lejos de ahondar en esas diferencias, que planteamos con Américo,  en esa disyuntiva de “héroe o traidor” creo que logramos que el libro se pare sobre ella y empiece a construir sobre las coincidencias. Haber sumado la posición de estos autores entrerrianos, nos pone muy orgullosos.

Si se basan en la bibliografía, ¿gana más el mote de héroe o el de traidor? ¿Cómo se lo cataloga en Uruguay?
AS
: Empiezo por atrás: en nuestra ciudad, que es su ciudad natal es un héroe, claro. Tiene una enorme presencia pública, la plaza central, hay monumentos, calle, escuelas, radio, hasta comercios que tienen su nombre. Lo mismo con la Delfina, su amada amante. Pero casi nadie sabe mucho sobre él. Para la bibliografía “local”, para quienes han escrito sobre Ramírez en Concepción del Uruguay, su figura es indiscutible. Por eso el título que elegimos, que por supuesto pretende provocar, apunta a que nuestros vecinos y vecinas sepan más sobre él, discutan, evalúen y se forme cada uno su opinión. En la historia (como en todo) hay aspectos objetivos y otros subjetivos, y me parece que sería ocioso discutir los hechos objetivos. Y los hechos son que se enfrentó a quien había sido su líder y benefactor (Artigas), que lo derrotó y lo obligó a exiliarse, y que dejó pasar la posibilidad de imponer un modelo organizativo federal y democrático a los porteños porque cedió a la tentación de erigirse en “Supremo Entrerriano” enfrentándose a Artigas. Si a eso se lo quiere llamar “traición”, o bien si se lo puede comprender (e incluso justificar) en base a diferentes perspectivas conceptuales, bueno, eso es lo que cada lector o lectora deberá juzgar. Ahí, en ese punto, es donde mi pasión por la historia (que no es mi campo profesional) deja paso a mi vocación filosófica y, por qué no, periodística. Y lo puedo decir sin pudor fingido ni falsa modestia, porque no son textos míos sino de otras personas: estoy convencido de que el material que recopilamos logra transmitir adecuadamente todos estos aspectos, sin ocultar los autores su propia posición, siendo a la vez rigurosos, claros y por si fuera poco, entretenidos. Si parece que estamos orgullosos del libro, es porque realmente lo estamos.
JV: Nuestros autores clásicos tales como Oscar Urquiza Almandoz, Beatriz Bosch, Aníbal S. Vásquez, Martín Ruiz Moreno, César Pérez Colman, en general tratan de salvar la figura de Ramírez en su accionar frente a Artigas, Vásquez hace una defensa magistral, Beatriz Bosch no anda con vueltas, y así cada cual intentó explicar su accionar. A ellos también los incluimos en el libro, justamente para dar una visión de quienes otrora hacían nuestra historia, y quienes recurrimos permanentemente. En cambio, en los autores contemporáneos resurge la figura de José Artigas, como caudillo regional y ya no se es tan benévolo con Ramírez, se le cuestiona el motivo por el cual tomó la decisión de enfrentar al caudillo oriental, esa especie de parricidio, hacia el Protector.

¿Modificaron en algo su concepto sobre Ramírez tras concluir la investigación y compilación de textos?
AS
: En mi caso no modificó centralmente mi opinión sobre Ramírez, pero sí complejizó mi mirada y me permitió aprender mucho más sobre su figura, que es, sin duda alguna, “deslumbrante”, como la definió Félix Luna.
JV: Para este libro debimos consultar y estudiar nuestros clásicos y también autores contemporáneos. Muchas veces el aprendizaje aporta y hace cuestionar  la visión que teníamos del hecho o del personaje. Con Ramírez empecé a intentar comprender el porqué adoptó ciertas decisiones para mí equivocadas, por supuesto que es una de las preguntas que me sigo haciendo, y tal vez no tenga respuesta, pero este libro si bien no me modifica su imagen personal, sí hace que lo integre a un contexto de país muy dinámico, muy cambiante, donde los intereses y relaciones eran muy frágiles, y a veces pendían de la ambición personal, y otras de valores más trascendentes. Aquellos hombres y mujeres de dos siglos atrás, no actuaban muy diferentes a nuestros dirigentes actuales.
El puerto sigue siendo el puerto, el interior el interior, el país condenado a factoría agropecuaria. Y si bien nuestra mirada es diferente a  los autores clásicos como Vázquez o Ruiz Moreno en el fondo no es tanta si consideramos que la vigencia del federalismo y el unitarismo siguen tan presentes como hace 200 años.
Mis ideas surgen del artiguismo, y esto es irrenunciable, pero no dejo de reconocer algunas continuidades que tuvo Ramírez con respecto a la obra del Protector. El acto de traición que para mí es muy claro –y reamarco que esta no es una opinión unánime ni compartida por el resto de los autores convocados en el libro-  no me impide ver una continuidad en el proceso histórico, que fue demasiado breve, la República Entrerriana no pudo sostenerse ni siquiera un año, la República ecuestre la llamaba Saraví-si no me equivoco- ya que decía que Ramírez lo pasó más arriba del caballo que gobernando. El final abrupto de Ramírez no podía tener otro final que el que tuvo.

¿Qué les han dicho quienes han leído el libro?
AS
: Hemos recibido comentarios muy elogiosos. No solo de nuestros familiares o amigos, jaja, todos valen, todos nos reconfortan, pero algunos impactan especialmente, como el elogio que nos hizo Juan Manuel Alfaro, el destacado escritor paranaense, o hace pocos días el texto que publicó un escritor uruguayense, Marcos David Seyler, que nos han gratificado mucho.
JV: No vamos a creer que el público comenta en masa este libro, pero algunas respuestas hemos tenido. En general quien adquiere este libro es porque el tema le interesa o se siente atraído por el título. Y hasta ahora las críticas han sido positivas, inclusive algunas disidencias sirven para intercambiar opiniones fundamentadas. Otro aspecto sobre el libro es la inclusión de una corriente artística en la pluma de Luis Salvarezza, sumado a los textos de Mona Gastiasoro, Atahualpa Puchulu y su rescate de una cantata del Marcelino Román. También el trabajo gráfico del Gurí Pereyra y las caricaturas de Goki Benítez son valoradas. La verdad que el libro es elogiado como objeto, por diagramación y presentación, pero también por su contenido. Ambas cosas nos llenan de orgullo.


Sabina Melchiori

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