El viernes 11 de abril, el acordeonista entrerriano Juan Manuel Bilat desembarca en Buenos Aires para llevar su música del Litoral al ciclo “Lo de los Torres. Música íntima, un rato para siempre”.
El escenario elegido es un espacio emblemático de la música argentina: Lo de los Torres, la casa de Jaime Torres. Un lugar donde la tradición y el arte se entrelazan, donde las paredes resguardan historias y los instrumentos siguen vibrando con la memoria de grandes referentes. En este marco único, Bilat ofrecerá un concierto especial, celebrando el éxito de su temporada y compartiendo su propuesta musical con el público porteño.
Este espacio, por donde han pasado figuras como Tarragó Ros, Tomás Lipán y Peteco Carabajal, entre otros, será el escenario ideal para una noche en la que la cultura popular se reafirma como punto de encuentro, un refugio donde la música y la identidad cobran vida.
Jaime Torres, legendario maestro del charango, hizo de su casa un espacio de amistad y celebración. Y este viernes 11 de abril, Juan Manuel Bilat traerá su acordeón para continuar esa tradición en una velada inolvidable.
Con un repertorio que recorre el cancionero popular litoraleño, Bilat aportará su estilo inconfundible, en el que la distinción y la disrupción son parte de su sello al interpretar el acordeón. Compartirá la cartelera junto al músico Santiago Torres y habrá invitados sorpresa para una noche que promete la magia de la música en vivo, acompañada de buen vino, empanadas y un cierre en ronda, como en los encuentros de siempre.
Sobre Juan Manuel Bilat
Nacido y criado en Entre Ríos, tierra donde el chamamé sobrevuela paisajes de lomadas y agua, Juan Manuel Bilat lleva en su sangre el legado de una familia de músicos y la esencia cultural de su región. Su manera de abordar la música fusiona tradición y contemporaneidad, revitalizando el chamamé con una sensibilidad propia y un lenguaje fresco que conecta con nuevas audiencias.
Bilat se ha convertido en un referente de la música popular del Litoral, destacándose por su capacidad de innovar sin perder la raíz. En tiempos donde las nuevas generaciones parecen distanciarse del folclore, su trabajo actúa como un puente entre el pasado y el presente, logrando que el chamamé vuelva a latir con fuerza y autenticidad en los escenarios actuales.