El rincón más mágico de Villa Elisa se llama Cine Paradiso, es una sala de cine artesanal, construida a fuerza de renuncias y muchos dolores de espalda por un albañil soñador, obstinado y, claramente, cinéfilo: Omar Borcard.
Siendo muy pequeño, Omar descubrió su fascinación por el cine. Afortunadamente, en el pueblo había una sala, y siempre que podía no dejaba pasar la oportunidad de zambullirse en una de las butacas. Pero en 1986, cuando Omar ya era grande y cargaba consigo una vasta experiencia como albañil, esa sala cerró y a pesar de que recurrió a las autoridades municipales para recuperarla, no consiguió apoyo.
Lejos de lamentarse y dejar todo como estaba, una mañana se despertó con una decisión. “Si la montaña no viene a mí, iré yo a la montaña”, se dijo, y empezó a construir un cine sobre la calle Irigoyen, donde sus padres les habían cedido (a él y a sus hermanos) un terreno.
Omar lo logró. Trabajó 168 domingos para construir ese cine. Sin embargo, cuando sus hermanos quisieron vender la casa materna, el Consejo Deliberante no les permitió subdividir el terreno y los años de trabajo y el sueño de Omar, fueron demolidos.
“Salvé todo lo que pude y el día que vinieron de Buenos Aires a filmar la demolición para la película, yo decidí no ir e hice la promesa de no pasar nunca más por esa cuadra”.
¿Qué pudo haber hecho Omar ante esta nueva derrota? Empezar a construir otro cine. Esta vez, en su propia casa: “Recuerdo que cuando construí el primer cine me decían que estaba loco, que los cines se cerraban; pero una vez, cuando estábamos en una función, con el viejo proyector, yo una nena se largó una carcajada. Ahí sentí que habían valido la pena tantos dolores de columna, tanto privarse de cosas… que el auto no tenía ni cubiertas… que todo se estaba viniendo abajo por un sueño”.
El 3 de junio de 2000, abrió sus puertas el nuevo Cine Paradiso y desde entonces ha subsistido gracias a Omar, que no deja pasar un día sin recorrer la sala, y tambén a los chicos del pueblo que son quienes más concurren a ver películas.
Netflix en el cine de Omar
A fines de 2019 Netflix decidió estrenar la película Klaus en el pequeño Cine Paradiso, de Villa Elisa. Según le explicaron a Omar, la decisión se tomó “porque había un paralelismo” entre la historia de Klaus con la suya.
La empresa le preguntó qué pretendía a cambio de que usaran sus instalaciones y Omar les pidió una pantalla nueva, porque la que tenía era una casera que había hecho con una tela, el alfombramiento de las paredes y una filmadora H”. Además, “la gente de Netflix me dio dinero para techar el ingreso a la sala”, resalta.
Sabina Melchiori
