Ese gaucho insumiso, arquetipo de la entrerrianía

Francisco “Pancho” Ramírez, bajo cuyo liderazgo Entre Ríos adquirió conciencia política, levantando la voz contra la arrogancia unitaria, es un arquetipo de la entrerrianía. Encarnó un grito de rebeldía frente al poder centralista porteño y por eso propuso, junto a otros líderes federales, reestablecer la igualdad civil entre los pueblos. Acaso nada define con más claridad al caudillo que aquel “Naides es más que naides”, inscripto en su sello personal cuando fundó la República de Entre Ríos en 1820.

Hacía menos de tres años que Tomás de Rocamora había fundado la villa entrerriana de Arroyo de la China (hoy Concepción del Uruguay), cuando el 13 de marzo de 1786 nacía un niño en la zona, que con perfil propio tendría luego un fuerte protagonismo en la escena entrerriana y litoral, y también en la política nacional. Le llamaron José Francisco y el pequeño fue bautizado a los tres días de vida en la iglesia de la Inmaculada Concepción por el padre José Basilio López. Era el tercer hijo del matrimonio formado por Juan Gregorio Ramírez y Tadea Jordán.

Mario Alarcón Muñiz, en su libro Entrerrianías, abunda sobre la figura de los padres. Juan Gregorio era paraguayo y descendía del conquistador español Juan Ramírez de Velazco. Era “patrón de un barco que comerciaba en el río Uruguay, además de propietario de un campo en Arroyo Grande, cerca de Concepción del Uruguay”. Todo indica que en el campo de su padre, Francisco se familiarizó con tareas rurales, la yerra, el lazo y la destreza en cabalgar.

Tadea, nacida en Buenos Aires, había llegado a Entre Ríos junto a su hermana Magdalena y al padre de ambas, Antonio Jordán y Vértiz, colono nacido en la isla de Malta, en el mar Mediterráneo, a su vez sobrino del virrey Juan José de Vértiz. Sin embargo el recién nacido no conoció a su padre, quien falleció al poco tiempo al naufragar su embarcación. Los tres niños del matrimonio –José, Margarita y José Francisco- quedaron huérfanos. “Pero tres años más tarde Tadea, que al enviudar contaba 26 años, contrajo matrimonio en segunda nupcias con el comerciante español Lorenzo José López, nativo de Andalucía, enlace que originó la rama López Jordán”, recuerda Alarcón Muñiz en su obra.

Varios historiadores coinciden en afirmar que tanto Pancho Ramírez, como su hermanastro Ricardo López Jordán y el hijo de éste (último caudillo entrerriano), heredaron el carácter enérgico y altivo de Tadea. En Entrerrianías se cita a Urquiza Armandoz, quien describe a la madre como “una mujer que llamaba la atención por la belleza de su rostro. Poseía un gran talento y una energía varonil que le granjearon mucho prestigio”.

Tadea Jordán, según se cuenta, intervenía en política, incitaba a sus hijos y hasta impulsaba algunas rebeliones. De hecho al año siguiente de la trágica y romántica muerte de su hijo Pancho –el 10 de julio de 1821, en Río Seco, Córdoba- participó activamente de un conspiración federal encabezada por Anacleto Medina y Gregorio Piriz.

Según el relato de la historiadora María Luisa Zaffaroni de Gómez, Francisco recibió en la infancia la educación y cultura de acuerdo a la época. “Fray Mariano Agüero dio a Ramírez rudimentos de instrucción superior, latín y psicología; que sumados a su inteligencia clara y vivaz le permitieron ampliar conocimientos y relacionarse con destacados hombres del lugar”, escribió.


Marcelo Lorenzo

Notas relacionadas