Junto con las inaugurales siestas de otoño y anunciando la llegada del frío, comienzan a surgir las primeras mandarinas… Y qué mejor época para comerlas que estos meses en los que el organismo precisa más de su riqueza en vitaminas antioxidantes.
Su agradable dulzor, su escaso grado de acidez y la suavidad de su pulpa, hacen de este cítrico una de las frutas más populares. Además resultan tan fáciles de pelar y de comer que se han convertido en una de las frutas preferida de los niños.
Propiedades de la mandarina
Es una de las frutas más deseadas de esta estación, sus propiedades y beneficios son ideales para esta época del año, ya que su aporte en vitamina C nos ayuda a prevenir gripes y resfríos, y a lucir una piel y un cabello saludable. Por todo ello, la OMS recomienda su consumo.
- Es diurética: El principal componente de las mandarinas es el agua, por lo que funcionan muy bien como diuréticos, ayudando a reducir la retención de líquidos.
- Es hipocalórica: Su contenido en fibra y vitamina C favorecen la actividad intestinal (evitando el estreñimiento) y potencian la sensación de saciedad. Una combinación que sumado a un su bajo contenido en azúcares convierten a la mandarina en una buena aliada para perder peso.
- Aumenta nuestra defensas: El aporte de vitamina C que nos brindan las mandarinas aumenta nuestras defensas y estimula nuestro sistema inmunológico, lo que nos protege de gripes y resfríos.
- Es antioxidante: La vitamina C también es muy buena para la piel. Los antioxidantes presentes en las mandarinas combaten los radicales libres y protegen nuestra piel.
Además, las mandarinas son versátiles y te ofrecen la oportunidad de modificar los platos. Además de los gajos, se pueden aprovechar la cáscara, el jugo e incluso las hojas en infusión.
Podés rallar la cáscara sobre una ensalada, realizar decorados de postres con piel confitada (corta la piel en tiras muy finas y cuécela en una mezcla de agua y azúcar a partes iguales); o también, dejarla en aceite o vinagre para aromatizarlos.
El jugo puede usarse como aliño para ensaladas, en gelatina (mezclado con agar-agar) y en la elaboración de salsas.
Una receta súper fácil y saludable
Gelatina de mandarina natural con naranja (4 porciones)
Ingredientes
• 35 g de gelatina sin sabor
• 1 L de jugo de mandarina
• 2 tazas tipo desayuno de naranja
Procedimiento
• Calentar una taza de jugo de mandarina e hidrata la gelatina hasta que esté disuelta. Mézclalo con el resto del jugo de mandarina.
• Coloca el jugo de la naranja en diferentes compoteras y vierte sobre ellas el preparado anterior. Deja cuajar durante algunas horas en la heladera y listo para consumir.
Rocío Hernández
Lic. en Nutrición MP: 21992